Elvia Zamudio de Mojica, amorosa mamá, considerada y con una alma bondadosa.
Nació en San Antonio Carupo, Michoacán México, el 6 de mayo de 1953. Ella fue la octava hija de Rita y Eliseo Zamudio. Que al lado de sus hermanos y hermanas formaron una gran familia.
Ella fue la esposa amada de Ernesto Mojica Alvarez, con quien compartió 52 años de matrimonio. Su unión fue bendecida con cuatro hijos: Maribel, Ricardo, Rogelio y Lupe Mojica Alvarez. Orgullos abuela de diez, bisabuela de cinco, suegra de cuatro, tia y prima de una familia numerosa y amorosa quienes siempre la recordaran con mucho amor.
Elvia dedicó su vida a cuidar de su familia. Ella era el corazón y el alma en cada reunión familiar. Siempre, asegurandose que todos estuvieran bien atendidos y disfrutaran de su deliciosa comida.
Ella era la fortaleza de la familia, su amor y cuidado eran el complemento para mantener unida a toda su familia.
Su hogar siempre estuvo lleno de risas, música y alegría. Su presencia era un fuente reconfortante de amor, apoyo y calidez. Además del amor por su familia, Elvia tenía pasión por el baile y el canto lo cual disfrutaba mucho hacer.
Siempre era el alma de la fiesta, su risa contagiosa y sus característicos pasos de baile alegraban a todos los que la rodeaban.
También le gustaba dar largas caminatas, especialmente por la mañana. Le gustaba apreciar la naturaleza y respirar aire fresco.
Elvia era una mujer muy feliz. Su espíritu positivo y su interminable entusiasmo por la vida, eran un motivo de inspiración para todos los que la conocían.
Ella y su esposo tuvieron muchos retos en la vida, que lograron superar juntos. Como inmigrantes trabajaron en California y lucharon para sacar adelante a sus hijos e hijas. El amor, el respeto, el buen corazón, la alegría y esfuerzo son algunos de los valores que inculcó a todos los que la aman y extrañan.
El 5 de noviembre de 2023, Elvia Zamudio falleció pacíficamente en Perris California. Su vida fue un ejemplo de amor para su familia. Todos los que la conocieron, la extrañan profundamente y su memoria quedará grabada para siempre en los corazones de sus seres queridos. Al despedirnos de ella, celebramos la extraordinaria vida que vivió y el hermoso legado que deja.